domingo, 9 de noviembre de 2008

15 segundos de gloria



Hace muchos, demasiados años, cuando era un crío, yo pasaba todos los veranos en un pequeño pueblo de los Monegros donde mi padre, aragonés emigrado retornaba una y otra vez al encuentro de los suyos.

Era aquel un pueblo de los de película costumbrista, con su cura, su maestro y su aferro a las tradiciones de dance y jotas. Y como no puede faltar en ningún pueblo, con el venerable sabio con el que pasé tardes y tardes mientras me enseñaba su colección de minerales, sus microscopios de bronce y al que no agradeceré nunca lo suficiente el dejarme cada verano un magnífico telescopio refractor de 60x900 con el que inicié una afición que aun me atrapa.

En esa costumbre tan nuestra de poner apodo a todo el mundo, a mi padre en un esfuerzo de imaginación le llamaban "el maño" y a mi, y no voy a entrar en los motivos ahora, me llamaban y me siguen llamando "pelu". Lo curioso es que si aquí en nuestro entorno lo de "maño" tenia una justificación, en aquel pueblecito de Aragón evidentemente no, pero seguía siendo mi padre "el maño" y yo fuí durante muchos años simplemente "el hijo del maño".

Al paso de los veranos, yo me fuí haciendo con un grupito de amigos de correrías (más o menos sanas) y mis neuras como fotógrafo y astrónomo aficionado fueron haciéndose un hueco en el lento pasar de los días de caluroso verano en aquel pueblecito monegrino.

Y un día, al presentar mi padre a uno de mis colegas, este preguntó:

- Ah! ¿así que usted es el padre del pelu?

Y en mi malísima memoria, recuerdo que la cara de mi padre cambió. En un momento descubrió que yo le había robado el protagonismo y que se habían invertido los papeles. El tiempo pasó y supongo que lo olvidó como se olvidan afortunadamente todos los pequeños fracasos que coleccionamos en nuestras vidas. Pero no se porqué, ese cambio de cara y esas fracciones de segundo se me grabaron en mi coco de chaval, supongo ahora porque lo que para él fue una decepción fue para mí un éxito.

De eso han pasado más de 30 años.

Hace pocas semanas, entre mi pareja y yo (más ella) conseguimos organizar un viaje relámpago bastante más arriba del Círculo Polar Artico con la intención de fotografiar Auroras Boreales. A los compañeros habituales con los que viajamos se añadieron otros amigos procedentes de los foros de astronomía que frecuento y resultó que además de la astronomía compartíamos afición en la fotografía, así que los traslados en la furgoneta y las larguísimas tardes (a las 4 de la tarde ya era noche cerrada) entre vodka y vodka se convirtieron en un improvisado intercambio de ideas y posiciones acerca de fotografía.

Y en un momento determinado alguien habló de flashes y comentó que quien sabía un huevo de esto era el gurú ese de Strobist en español, Rafa. Divertido, comenté que Rafa era colega mío y que quizás el origen de esa exitosa página es el detalle que tuvo Rafa de irme traduciendo los textos que publicaba David Hobby y que mi ruinoso inglés no era capaz de entender.

Y en un flash :-) me vino a la cabeza mi padre. Yo había dejado de ser pelu, el que había montado el viaje, para ser "el amigo de Rafa". Y estoy seguro de que aunque nadie lo notara, se me puso la misma cara que a mi padre más de treinta años atrás.

4 comentarios:

Unknown dijo...

No te quepa la menor duda, el origen de Strobist en Español fueron aquellas traducciones rápidas que te hacía en mi blog para que no te descolgases del Lighting 102. Eso y mi manía de "ir de legal" me metió en este fregao.

Así, que si a alguien se le debe la existencia de esa traducción es a tí ;-)

Daniel Demidoff dijo...

:-)
Cómo me gusta tratarme con celebridades :-)

Montse dijo...

Sabia que eres polifacético pero no tanto. Me ha encantado como escribes. No tengo ni idea de quien es Daniel Demidoff pero estoy de acuerdo con él, me gusta tratar con futuras celebridades como tu.

Soldevilla dijo...

Pues como sea una celebridad muy futura no me va a dar tiempo... :-/