Rebuscando por los cajones ha aparecido una pieza recogida en algún paseo por Murcia, y he pensado que sería un buen modelo para hacer una práctica.
La pieza es fea. Pero tiene volúmenes y para el propósito servirá.
Primero he colocado el fondo. Eso en la entrada teórica eso estaba al final, pero claro, implica desmontarlo todo cuando te das cuenta. Así que nada, primero decidimos el color del fondo. Yo he usado una goma EVA negra, de las que se usan en trabajos manuales. Podría valer una cartulina negra, pero se estropean y se arrugan con más facilidad. La he levantado para hacer el fondo pasándola por encima de una caja llena de piedras para intercambiar (así pesa, pero podemos usar cualquier cosa, de verdad, sólo que la caja estaba al alcance de mi brazo) y para mantenerla en su sitio podría haber puesto unas chinchetas o cinta adhesiva, pero con una botellita de alcohol que tenía a mano y el portarrollos también funciona. No es que apueste por lo más cutre, simplemente si funciona y no sale en la imagen pues ya está bien, para que más...
Una vez decidida la posición, he levantado la pieza un poco con un pegote de plastilina. No es la posición más explícita para lo que quería mostrar, pero como de lo que se trata es de la foto, así tenía más volúmenes. Coloco el primer foquillo, que es simplemente uno de Led comprado en IKEA. No tengo una imagen de esa fase, pero ya podemos suponer que el foco ilumina tanto la piedra como el fondo. Hombre, siempre podemos limpiar el fondo luego en el procesado, pero si nos lo podemos evitar, ¿porque no? Así que he colocado una etiqueta vieja recortada para eliminar un poco la luz que cae por delante de la pieza. Otro par de cartulinas han bloqueado la luz que ilumina el fondo. Esto sí era más necesario si como en este caso, pretendemos dar algún efecto al fondo.
Perfecto, ya tenemos la luz principar iluminando bien la pieza. Pero sobre un fondo negro las sombras son sólo eso, sombras. Algo habrá que hacer para rescatar algo de luz para despejarlas un poco, a no ser que queramos una foto con connotaciones vampíricas...
Aí que al otro lado pongo una cajita como reflector y otra etiquetilla pegada con plastilina para iluminar un poco la parte trasera y la frontal. Los muevo un poco delante y detrás hasta que me gusta el efecto de relleno.
Un poquito más. Vamos a suavizar la transición de sombras. Quizás en una pieza más lisa no haría falta, pero esta con tantos recovecos me parecía que necesitaba ser iluminada algo más suave. Esto, de cualquier forma, es criterio del fotógrafo y no es una regla fija, como casi todo... Así que recorto un trozo de papel vegetal y lo pongo delante de las tarjetitas. Si lo hubiese puesto entre el foco y las tarjetas, como es el vegetal el que se convierte en emisor de luz, las tarjetas de bloqueo ya no hubiesen funcionado como esperaba. Ahora sí. De vez en cuando, voy mirando por el agujerito de la cámara para asegurarme de que no he puesto ningún difusor ni reflector delante de la pieza, que eso implicaría volver a la casilla número cero...
Ahora a darle una alegría al fondo. Que conste a estas alturas que este pedrusco no se merece tanta parafernalia y que posiblemente se vea excesivo el efecto, pero me escudo a las críticas alegando que es un ejemplo exagerado para que se entienda. Siempre es bueno tener argumentos para salir bien parado.
Pues otro foco igual al que le he pegado un canuto de cartón para limitar el diámetro de fondo que ilumina. ¿pero no va a ser blanco, no? Así que simplemente le he colocado un filtro de color de plástico delante del foco. El filtro sucísimo, pero como no forma imagen, da igual. Incluso diría que mejor, porque la porquería difumina un poco el círculo de luz y queda una transición más suave. Podemos variar el diámetro del círculo acercando o alejando el foco, y hacerlo elíptico simplemente poniéndolo más rasante respecto al fondo. Un par de fotos para asegurarnos de que las luces están equilibradas y ya está.
Y ahora al photoshop. Reducir para el tamaño de blog, y borrar algún punto de polvo que brilla sobe la goma EVA como si fuese fluorescente. Y un poco de enfoque, que cuando se reduce una foto siempre agradece un empujoncito.
domingo, 7 de marzo de 2010
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